viernes, 14 de diciembre de 2012

El terror del paciente


Os preguntareis, queridos seguidores, de que va todo esto. ¿Cuál es el verdadero terror de los pacientes? ¿Lo más incómodo que te puede pasar o que tengas que hacer?

Supositorios, amigos míos, os hablo de los supositorios. No he incluido los enemas porque andan así así de incomodidad. Los supositorios son una vía normal de administración de medicamento. El médico puede decidir que es mejor dar una medicación vía oral, inyectable o por vía rectal. Así de fácil.


Sí es cierto que últimamente no se usa tanto. Ha caído en desuso estos últimos años, ya que los pacientes no se encontraban bien teniendo que meterse cosas por el culo.

Pero lo más extraño es cómo ponérselo. Yo no he tenido el gusto de vivir esa experiencia, pero algo me dice que no parece que la manera correcta sea la correcta. Para hacer una cómica reflexión sobre el tema tengo al Doctor Mateo, del programa “El Intermedio”:


Pues sí, si habéis visto el vídeo, los que no sabíais nada ya sabréis como se pone un supositorio. Pero ¿cual es la razón de que sea esta incómoda forma la correcta? La solución es fácil. Al introducirlo con la parte “afilada” hacia fuera, las paredes del recto hacen presión sobre el supositorio, impidiendo que salga a la primera de cambio.
Pero lo más importante es: ¿Cuál es la razón que lleva a un médico a suponer que este es el mejor método para la administración de algún medicamento?

Pues se usa básicamente en última instancia. En caso de que la vía oral sea mal soportada, que el medicamento produzca vómitos o molestias gástricas, y que además no se aconseje la administración vía parenteral debido a que la respuesta pueda ser demasiado rápida, en este caso, se administraría vía rectal.

La vía rectal permite una absorción lenta del medicamento, más o menos como en la vía oral. El problema es que no puedes llegar a estar seguro de cual es la cantidad de medicación que realmente ha llegado al organismo.

Sin embargo, a pesar de todas las incomodidades, seguirán existiendo para que en casos de extrema necesidad exista una solución.
Y por favor, ¡NO INGERIRLOS! Ya sabemos que es muy incómodo, pero tragaros sería claramente contraproducente, y he leído muchas historias de gente que lo ha hecho, y los retortijones están asegurados.

¡Feliz Viernes!


1 comentario:

  1. Brutal! jajaja pues si te digo la verdad...yo creo que todo el mundo cree que se ponen al revés, vamos, que sería lo lógico no? pues ahora veo que no!!
    De menudas cosas te enteras...

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